Me llaman Negacionista

 

Me llaman negacionista, cuando en realidad lo que estoy haciendo es ver desde la otra cara del prisma a la misma situación.

El tema es el siguiente, si yo fuese “negacionista” estaría en contra a mis principios; porque de esta manera le estaría dando poder a los “positivista”, y ese no es mi objetivo.

En realidad mi objetivo es cuestionarme y cuestionarte sobre el tema. ¿Qué logramos al cuestionarnos? tenemos más variantes como respuesta. Una diríamos en esto dice la verdad, claro ésta verdad, se basará a mi necesidad de cubrir una falencia que poseo y en otros casos diremos es pura mentira, no sirve, etc, etc, etc.


Ahora cuestionemos el momento en que decimos es “verdad”, como mencione para una persona es verdadera una cosa, cuando tiene una necesidad y lee o escucha esas palabras que espera del otro. En realidad lo que está cubriendo es una falencia propia con palabras de otros, pero sin cuestionarse si realmente eso que acepta como “Verdad” es la solución a su necesidad.

Estas situaciones son las que aprovechan aquellas personas manipuladoras. Primero te estudian que necesitas y luego con palabras bonitas o floreadas, te dicen lo que quieres escuchar y por lo tanto dirás “él o ella siempre dice la verdad” ante otra persona que te retruca o contradice lo que opinas.

Ahora vamos al “negacionista”, sabemos que negar algo que se habla o hace de manera rutinaria por un multitud y en muchos casos por siglos, te hace ver como la oveja negra del rebaño. Acá es donde me nace la pregunta ¿alguna vez te preguntaste el por qué se hace siempre lo mismo?; para aclarar este cuestionamiento, te contaré un cuento que NO me pertenece pero me gusto y ahí entendí esto que menciono de “negacionista y positivista”

- Cada vez que mi abuela cocinaba pescado en la sartén, veía que le cortaba previamente la cola. Un día le pregunté “Abu , ¿Por qué le cortas la cola al pescado para cocinarlo?

ella me miró con cara de ternura y me dijo porque desde nuestros ancestros se hace de esta manera.

Esta respuesta me llevó a pensar e investigar la historia de la cocina y los utensilios que se utilizaban. Ahí descubrí que pasando el tiempo, los elementos de la cocina fueron cambiando de tamaño, de forma y de calidad. Al principio la sartenes eran de piedras, en ese momento el pescado entraba completo a la cocción, porque tenía espacio. Luego vino la tecnología y se hicieron las primeras sartenes que eran de diámetro pequeño y esto se debió a que ya había cocinas y las hornallas eran pequeñas y en cantidad.  Entonces que pasaba el pescado de manera entera no entraba en esa sartén, así que para poder cocinarlo, le cortaban la cola y con ella hacían un caldo para sopa, de esta manera por un lado el cuerpo en la sartén y por el otro lado la sopa con la cola del pescado.

Acá es cuando descubrí, que mi abuela repetía una actitud pero sin haberse preguntado nunca el por qué y lo tomó como hecho, que así debía ser y listo.
Entonces ahora me pregunto ¿soy negacionista, por haber investigado e informarme? … La verdad Creo que no; porque ahora ya sé que tengo la elección de elegir como cocinar el pescado; porque de ambas formas es correcta; pero mucho más diría un NO, porque soy libre de elegir.

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