La pérdida

 


Todo comenzó con un proyecto, hoy no sé si era solo mío o de ambos. Pero me acuerdo que estando a la espera de nuestro segundo hijo, decidimos alquilar.

 Acá es en donde entra mi duda, ¿fue mi proyecto o de ambos?

Solo recuerdo que me dijiste busca una casa cerca de la que tienes ahora con tus padres, y así lo hice.

Tan solo 2 cuadras nos separaba de ellos, una casa justo para nosotros 3 y que pronto seríamos 4

Ese 25 de noviembre de 1996 nos mudamos. Era nuestro hogar. Recuerdo el asado que comimos en la galería de ese momento, porque comenzó a lloviznar y nos tuvimos que poner bajo el techo.

Éramos nosotros 3, mis dos hijos mayores y mis padres… todos festejando nuestro hogar.

Pasó el tiempo, en este lugar vivimos cosas hermosas, locuras como novios a pesar de ser pareja; vivimos nuevos proyectos como el de poner vos tu propia empresa constructora, yo con los comedores y el club Banfield de Córdoba con la cede y la cancha.

De pronto, volviendo de la cancha, sentado en la pequeña cocina que teníamos, me esperabas contento, y con un par de llaves en las manos.

 Me acuerdo que sonriente me dijiste

 - toma, estas llaves ahora es nuestra casa.

 yo no entendía que me decías, solo recuerdo que las tomé fuerte y te abracé y dentro de esa alegría que tenía te preguntaba

 - Milo ¿te dio la casa como me dijiste? ¿Cómo fue que te dio la llave de un dpto?

 Milo era el patrón tuyo en la construcción, al cual desde que nos unimos y antes de alquilar la casa en que estábamos le habías pedido ser casero de alguno de sus edificios y el siempre respondía en cualquier momento.

 Pero… me dijiste

 -  No fue Milo, fue la Chela

 La Chela era mi cuñada, casada con el chofer de quien en ese momento, era el gobernador de mi provincia.                                            

- ¿Cómo? no entiendo

 -   A ella le dieron 3 casas en un barrio del gobierno, como premio por los servicios que su esposo les dio en todos estos años. Pero el nuevo gobernador  - que no era del mismo partido – les dijo que solo podía quedarse a su nombre con 1 sola casa y que las otras 2 debía donarlas. Por eso me la regaló.

 Para este momento lloraba, pero no sabía si era de alegría o ya mi corazón me diría todo lo que vendría después en esa otra casa.

 - Mira Mónica, como vos tenés todo los negocios acá en la ciudad y la casa está afuera, vamos hacer lo siguiente:

Mañana lunes me voy yo primero con lo esencial a la casa, para que no la usurpen y después de que vos arregles todo acá en Córdoba, te vas con los chicos para allá.

 Así hicimos, primero se fue y a los 15 dias me fui con los niños para la nueva casa.

Un barrio nuevo, armándose en todo sentido, calle de tierra, piso de cemento, sin revoque por dentro, solo mesada y baño instalado incompleto… pero armar nuestro hogar y ahora sería nuestro hogar propio, porque estaba preparado todo el terreno para ampliar y mejorar.

Mientras estuve allá lo mismo mantenía el alquiler de la casa que teníamos, era el respaldo y no sabía por qué en ese momento sentía que no debía rescindir el contrato de la casa en la que ya estábamos.

Paso el tiempo, mi hijo mayor se fue a vivir a la casa alquilada para que no usurparan el lugar y de esta manera prevenir inconvenientes posteriormente.

 Él había quedado que seguiría pagando el alquiler a lo cual confié; porque no me había dado motivos para pensar que pasaría en el futuro todo lo contrario.

 Al año y faltando 1 año más de contrato; comienzan a llegar intimaciones por falta de pago.

 - No te preocupes, yo lo voy arreglar

 Siempre la misma respuesta.

 Un día llega el embargo a la casa en donde vivían mis padres que estaba a mi nombre 170m2 cubiertos.. Acá comenzó todo un nuevo trajinar.

 Pero lo único que escuchaba de su boca era:

 - no me importa, no es mi casa la de garantía.

- arréglatela sola

- es problema tuyo

Una y otra vez siempre las mismas respuestas, era tanto los inconvenientes que comencé a dar uno de los negocios a mi madre para que ella tuviera como mantenerse económicamente, cerré una de las sucursales porque no podía ir personalmente a atenderlo, ya que tenía el club  con su cede y cancha….

 Dormía 3 a 4 hs por día porque solo era trabajar para pagar deudas, abogados, intereses y no sé cuánta plata tiré en todo eso para salvar lo que no pude salvar.

 Una día me dijiste, yo trabajé en mi pueblo para senador … él me dijo que nos ayudaría a salvar tu casa en donde están tus viejos. Le creí, nos encontramos con el Senador… Como todo político sabe hablar y hablo muy bonito. Llevó un acuerdo en el cual firme frente al juzgado y supuestamente “ ya estaba todo arreglado”; pero no fue así. Había una cláusula en donde cedía mis derechos y como confié en el representante y en ese amor que tenía y defendía frente a todos, no leí lo que firmé.

Otra vez la odisea para salvar aquello que ya no se podía salvar. para este momento yo ya trabajaba en la política también y es así como otro representante de un partido opositor al senador anterior, toma mi caso.

Llegamos al último acuerdo en donde de una casa valuada en 1 millón de pesos o dólares en el año 2000, la permuto por la casita, nuestro primer hogar, considerada precaria y evaluada por 10 mil pesos. La diferencia del valor era como parte de pago de la gran deuda que se ocasionó.

 Desde ese mismo momento perdí, el respeto con mi pareja a pesar de que él ya me lo había perdido mucho tiempo antes con violencia física y psicológica. Desde ese mismo momento, perdí todo lo que había trabajado durante 15 años para posicionarme, para tener mis cosas. Había perdido mi dignidad, no me encontraba, no sabía que era o quien era.

Fueron 7 años en donde solo dolor, violencia, desilusión, y muchas, pero muchas cosas sucedieron hasta que dije

 ¡Basta ya! se terminó todo.

Comentarios