Anécdotas “las mariposas y su casa nueva”

 

En esta oportunidad, comenzaré con aquellas anécdotas de niños, o sea aquellas travesuras que cometemos pero con el pensamiento puro de un niño.

 Ahora entraré a mis 3 o 4 años de vida, es cuando precisamente vivía con mi abuelo. Su casa era enorme y principalmente tenía un campo grande, en ella había, gallinas con sus pollitos, patos, frutales. A unas cuadras de allí, claro cuando hablo de cuadras no son las de hoy, ya que era todo zona de campo y de casa a casa había grandes extensiones de tierra que las separaban.

 Pero volviendo a ese otro terreno, allí mi abuelo tenías sus vacas y algunos terneros. Él se dedicaba a ordeñar todas las mañanas temprano y luego hacía el reparto de botellas de vidrios de leche pura y algunos clientes pasaban por ese lugar a retirarla.

 Este trabajo fue el que hizo por muchos años, aparte de haber trabajado en la primera fábrica de ladrillos de la ciudad de La Plata en la Pcia. de Bs As, argentina.

 Ya sé!, te preguntarás, ¿y la anécdota?

 Bueno era un repaso del lugar, ya que esto me trae los más hermosos recuerdos de mi niñez en el campo.

 En la casa de mi abuelo, el frente tenía un hermoso jardín, que lo cuidaba con las máquinas de cortar pasto, de esas que son como cuchillas redondas y no tiene electricidad. No sé cómo se llaman, pero todavía recuerdo el ruidito que hacen cuando vas cortando el pasto. Todas las tardes era el momento preciso para regar el jardín… amaba ese momento, porque me lo dejaba hacer y en el verano, era lo ideal para mojarme, caminar en el pasto mojado, jugar con esa manguera y el agua.

y ¿la anécdota? jajajaja no seas ansiosa o ansioso, ya va!!!....

 Mi padrino era una persona pudiente, en aquellas épocas ser una persona pudiente, se le llamaba así a quienes no tenían problemas de gastar dinero y se daban los mejores gustos, los mas caros. Por eso en mi caso mis muñecas más de alguna de ellas no se conocían en la Argentina, ya que las pedía en Europa y llegaba con la mercadería que compraba para su negocio gastronómico.

 El tema es el siguiente, me encantaba sacar las cabezas de las muñecas. Una vez que había logrado este paso, las llenaba de agua … a las cabezas; luego cortaba las mas lindas flores del jardín, las ponía adentro y por último juntaba mariposas y las ponía adentro.

Cuando mi abuelo me preguntaba porque hacía eso, yo le respondía

 - es que ésta es su nueva casita y les dejo comida para que no pasen hambre.

 Claro en ese momento ignoraba que era una manera de matar a las pobres mariposas; pero rescato de esto la inocencia y la felicidad de ser niño.

¿Por qué felicidad?

 Porque por medio de estos experimentos, se aprende y hoy me río de esa niña pura que fui y que soy en más de una oportunidad a pesar de pasar la mitad de siglo vividos.

 Wauuuu!!! dije la mitad de siglo o sea si a cien que es el equivalente de un siglo le pongo la mitad sería cincuenta y dije un poco más de esa mitad… medio siglo vivido y medio siglo me queda por vivir, es lo que por lo menos hasta ahora pienso, quizás después extienda ese periodo jijiji

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