Desde Haití para Argentina

 


Todo comenzó en mi trabajo nocturno en la empresa por aquellos años 2007.


Mi trabajo correspondía al mantenimiento de páginas webs y el soporte técnico que tenía para muchos países europeos.

En ese recorrido de mantenimiento de las páginas web, debía controlar los comentarios de los foros y a su vez dar respuestas a preguntas que hacían los mismo suscriptores.


es así como nos cruzamos en uno de esos foros. Luego pasamos ya a comunicarnos por msn - hoy ya no existe esa plataforma de internet -

Pero fueron largas horas de charlas por ese chat en directo. Para mí una gran compañía para pasar las horas trabajando mientras vos con tus anécdotas me hacías más ameno mi trabajo.


Por otro lado, vos me decías que el hablar conmigo te ayudaba a pasar esa guerra que estaban viviendo en ese momento en Haiti y como militar argentino tenías funciones que realizar en esos momentos.


Es así como de mi parte te conté todo lo que había vivido, los golpes, la separación y lo que vivía en este momento también.

De tu parte, también me contaste, creo que casi todo de tu vida. Tu separación, tus problemas ahí mismo en Haití y muchas cosas más.


Dentro de esos chat en un momento, como dos personas que nos sentíamos solas y que este intercambiar de palabras, nos prometimos amor eterno.

Después nuestras conversaciones, ya se basaban en proyectos que llevaríamos a cabo cuando nos encontremos.

Recuerdo, que los domingos tipo 23 hs, llamabas a casa, para oír mi voz. En algunas ocasiones has realizado hasta conversaciones con mi vieja… todos en casa esperábamos tu llamado los domingos.

Por un lado para saber que estabas bien en esa guerra, por el otro, yo en mi caso con la esperanza que me dijeras 

  • Vuelvo a la Argentina y te busco tal día.

Hubo un mes que no contestaste más los msn, ni llamaste más a casa. Entonces fué cuando tomé la iniciativa de llamar yo a tu destacamento a preguntar por vos.


Cuando me atendieron, me pidieron que espere que averiguarían porque hubieron varias bajas en una de las cuadrillas. Ese día solo sentía un fuerte dolor en el pecho.


Después me llamaron y me informaron, que estabas herido y por ese motivo en el próximo vuelo te mandarían para Argentina.


Llegaste a Córdoba, y desde el comando de ejército, me llamaron avisándome que ya estabas acá; pero tenías 15 días de recuperación y vos te comunicarías conmigo.

Pasaron los 15 días y nunca llegó el llamado.

Hasta que una tarde, alguien se paró en la verja de entrada, yo me asomé por la ventana y ….

Vos parado ahí, me dijiste 

  • no pensás recibirme.

Me acuerdo que me largue a llorar y mi madre te abrazó tan fuerte, a pesar que solo conocía tu voz por el teléfono.


Nos sentamos en la cocina, hablamos dos horas sin parar. Luego me dijiste, voy al cuartel y te paso a buscar a las 19hs, así vamos a caminar por el centro un rato, mientras hablamos.


Así hiciste, y nos fuimos al centro. Caminamos tomados de la mano por la peatonal, pasamos por el Patio Olmos, nos sentamos en un café por la Irigoyen.


Mientras hablábamos, de nuestros proyectos, en un momento, el mozo que nos atendía dijo algo. Mejor dicho, te preguntó algo, a lo cual no le respondiste.


Me pareció extraño que no respondieras, así como mujer que siempre tenemos nuestras maneras de indagar, terminaste contando la verdad.


En ese mismo momento te dije

  • ¿porque me buscaste entonces?

  • Es que yo te quiero, pero…

  • Pero me mentiste, ¿que querías de mí?

  • Vos sos a quien quiero, me conocés los gustos, sabes lo pienso, me escuchas…

  • claro, pero si… tienes mujer y lo peor embarazada para tener en cualquier momento.

Estas loco, quiere decir que entonces en todo este tiempo no entendiste cuales son mis valores. Jamás estaría con vos, sabiendo que tienes una mujer y embarazada, por respeto a una mujer y por respeto a un niño que viene en camino.


Me acuerdo que me levanté de ese lugar y me fuí. Vos me seguías y querías que te entienda.
Subí al taxi, llegué a casa y mi madre me dijo

  • Es temprano Moni, ¿que paso que viniste sola?

  • Es un …. no lo nombremos más. 

Por varios días insististe llamando por teléfono, escribiendo por msn hasta que te bloquee.

Después de apoco entendiste que todo se había terminado, por compañeros tuyos me enteré que ya tenías a partir de ese embarazo 3 hijos más… 

Esto me dió por un lado la alegría de haber dicho “no” a tiempo y por el otro el dolor de tantas palabras y sueños que se tiraron a la basura.


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