Por Marina un cero

 


Un día más en mi primer año de la secundaria, pero éste día había algo diferente o pasaría algo diferente.

 Mi primer año digamos como que no fue una joyita, y no por  tener problemas de estudios, o de memorizar o entender las clases de las 12 materias que teníamos… mi tema era la rebeldía de haber entrado a una escuela que no quería y a una carrera que tampoco quería.

Pero bueno, ya estaba en ella y debía navegar en este océano furioso de rebeldía adolescente.

 Mi rebeldía comenzó con la materia Inglés, como en ese momento estábamos con el problema de Beagle, me había puesto la camiseta de que cuando la profe entrara, yo saludaba y salía de su clase… ¿Por qué? porque Soy Argentina y mi idioma es el español, por lo tanto aprender el Inglés era darle a los roba tierra el poder de cambiar mi idioma, perder mi Patria… jajajajaja bueno fue la época de los militares en donde el amor a la Patria se había asentado mucho en mi generación.

 Pero mi tema de hoy es en Historia… Muchos y muchas de los lectores dirán la peor materia u otros la mejor materia… En mi época se veía historia antigua, fenicios, Caldeos, Unos, Egipto, China y bueno, todo lo que comprendía historia Antigua en ese momento.

 La materia me gustaba, pero la profe que la daba era toda una ermitaña, pero digamos no la ermitaña de sabiduría, si no la parte oscura de  un ermitaño… jajajajaja hoy la veo como la mejor ermitaña pero eso será tema para otro escrito.

 Volvamos a esa época, mi primer año, última prueba del año para libreta… materia que si o si necesitaba salir con promedio de 10 para no llevármela.

 Uffff!!!! Quien va a decir siendo abandera en la primaria, en el primer año era todo un desastre, me había aflorado la ADOLESCENCIA REBELDE.

Me había estudiado todo, me sabía hasta los acentos de los temas de la evaluación…

 - Saquen la hoja, pongan su nombre y apellido. Los divido en filas para los temas y luego les paso a firmar la hoja para que tenga validez el examen.

 En una palabra, su objetivo con esa forma era controlar los famosos machetes que cada uno a su manera teníamos para sacar buenas notas… en mi caso, ésta era la primer prueba que todo estaba en mi cabeza, no había papelitos enroscados en el bolígrafo, goma escrita, regla de madera escrita con lápiz, hoja escritas con una lapicera sin tinta que luego le pasabas el lápiz pintando y veías lo escrito, el dobladillo del guardapolvo blanco con los temas importantes desarrollados, el banco escrito con lápiz muy suave y en diferentes direcciones, la pared, wauuuuuu lo más inimaginable en tema de machetes.

 Comenzó el examen, yo feliz, no paraba de escribir; para mí era una papa – para los que no saben en mi época decir era como una papa, nos referíamos a que era tan fácil que hasta un bebe sabe la respuesta. –

Pero a mi costado izquierdo, estaba mi amiga Marina, chica que solo conocía de hacerse chupinas, no estudiar, zafar en los orales por señas que le hacíamos los compañeros, jajajajaja bue, digamos la oveja negra del aula en ese tema.

--pssss, psss, psss, Monica cuando termines tu prueba pásame tu hoja y yo te paso la mía, así me haces la prueba.

 - Bueno, pero disimula que estas escribiendo – le decía entre dientes.

 ya faltaban unos minutos para terminar la hora de examen, era tanto lo que sabia que me había escrito 3 hojas

- pssss, psss, psss  Mónica pásame la hoja ya, se nos termina el tiempo.

 - ya va, lo tuyo es rápido.

 - dale!!!!

 y de un manotazo me arrebato de mi banco mis hojas. fue tal movimiento brusco que hizo que la profe se paró a mi lado y me dijo

 - Fragapane, en donde están sus hojas del examen?!

 Mi mesa estaba vacía no había hojas sobre ella, ni escritas y sin escribir… así que lo único que me salió

 -  Las tengo acá abajo guardada para que no me copien.

 Eran bancos de forma pupitre en donde se guardaban los cuadernos o elementos levantando la tapa del escritorio.

- Muy bien, entonces sáquelas así las tengo yo.

 - ya se las llevo yo, profe al escritorio.

 - dije que las saque!

 y levanto mi escritorio, para tomarlas ella. Obvio no habían hojas sueltas, ni escritas.

 - Fragapane, en donde están sus hojas.

 No las tengo profe.

 - Vuelvo a preguntar en dónde están sus hojas

 - Me las sacaron

 Mientras la profe tenía sus ojos puesto en mí y de refilón miraba a Marina, los demás compañeros aprovecharon para copiarse, etc.

Yo no la iba a mandar al frente a mi amiga, era mi mejor amiga.

 - Señorita Marina, páseme sus hojas!! Dijo la profe.

 Para ese mismo momento Marina, también había escondido mis hojas y solo se había quedado con sus hojas en blanco.

 Tomo su lapicera la Profe y le puso un cero que abarcaba toda la carilla con lapicera roja y a mi directamente el 0 en la libreta.

La materia, me la lleve a Marzo y con cero como nota final de los 3 trimestres por escarmiento, a este proceder.

 En otro relato cuento como de ser la Profe ermitaña oscura, paso a ser la profe de la luz.

Comentarios