Las mujeres no somos flores. Me gustan y quiero las flores; pero para que formen parte de un detalle y no para pedir perdón por errores que cometiste.
Cuando pido un beso, no es para que me pruebes que me amas. Es porque te salió y así lo deseaste; con eso me cautivas más. Que sea un beso robado, un beso inesperado, ahí me estas diciendo Te Amo.
Cuando digo “Quiero dormir en tus brazos”, te estoy diciendo
estoy cansada, siento que llevo una mochila pesada sobre mis hombros, ayúdame a llevarla.
En ese mismo momento esperamos que nos preguntes:
- ¿Qué te pasa? ¿necesitas algo?...
Quizás la respuesta que recibas sea
- Ya lo solucioné
y es verdad; pero tú al preguntar me estas mostrando que cuento con vos, con tus brazos para descansar después de la ardua batalla por la que he tenido que pasar.
Cuando te pedimos un abrazo, te estamos diciendo
Me estoy quedando sin fuerzas, y en cualquier momento me caigo.
Quiero que seas el príncipe de la bella durmiente o Sansón que derrumbe las murallas que hay a mi alrededor.
Yo cuando me encuentro perdida, sólo busco sutilmente un hombre que me diga
No estas sola, y sabes como salir de ésta; sólo recuerda que acá estoy para apoyarte, escucharte y acompañarte.
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