A los 20 mi cabello tenía el color de mi competencia, con el solo motivo de poder retener a quien no estaría a mi lado.
A los 30 mi físico comienza a marcar cintura y caderas, ser llamativa con el objetivo de ser envidiada por mi competencia y a su vez diciendo constantemente: ¡que descuidada estás! Deberías arreglarte más!, etc, etc.
A los 40 disfruté la vida en todo y con todo… recordando lo que no me dejaron hacer a los 15, viviendo lo que yo misma me prohibí a los 25 y viviendo lo que me correspondía a los 40. Al sentirme libre de todos los prejuicios, que la misma sociedad impone y que yo muy amablemente y con cierta ignorancia lo acepté. Aires puros y libres comenzaron a recorrer mi ser.
Hoy a los 45 mi cabello tiene 3 colores. La raíces recordándome mi origen, la tintura recordándome que por más que me vista de ceda mona siempre queda y el color más hermoso que puedes tener “Platino Natural”.
“Platino Natural”, porque saber que fui, saber que hoy soy y que puede ser, me da la sabiduría para responder a mis hijos, para contar cuentos a mis nietos, para disfrutar de una pareja siendo yo - sin competir con nadie - y solamente manifestándome tal cual viene al mundo… Siendo exclusiva y únicamente YO.
Mis hilos de platino natural que comienzan a aparecer a cada minuto, en cada día… es lo más hermoso que solo yo, puedo disfrutar. Sentarme a la ventana a mirar el paisaje, mientras me digo:
Aprendiste mucho en tu camino, son hilos de sabiduría, que hoy las puedes contar una por una, ya sea para enseñar o para recordar.
En ese recordar, le estamos diciendo a otros: el final siempre es igual. Por más color rojo, negro o dorado te pongas… lo único que nunca podrás borrar de tu cabeza y de tu corazón, es la inteligencia de haberte descubierto que los años fueron vividos con o sin pasión.
AMO MIS CANAS, AMO MIS CABELLOS PLATINOS LLENOS DE VIVENCIAS Y LISTOS PARA SER COMPARTIDOS.
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