Cobardía disfrazada

 Ojos negros que saben mirar y engañar

Empuñaste en una madrugada esa daga

que terminó matando la esperanza,

una ilusión de una familia que prometía alabanzas.

Pero no fue la única vez que tus fuertes brazos, no se transformaron en el súper héroe que defiende a su manada.

Ella y él irrumpieron sin medir más.

palabras de altanería, como grandes 

jefes de mafia, amenazas y con voz alta,

desarmaron una familia, en el cual el jefe 

de la manada, solo miraba y ni una palabra sacaba de su boca.


Nos quedamos esperando ver que sus fuertes brazos nos defendieran, o que sus palabrotas que emitía como gran jefe de la familia, en esta ocasión sean para defender a sus crías y supuesta amada.

Sí, supuesta amada, porque de ella se acordó cuando ya no estaba.

Nos dejaste sin techo, porque no era tu problema, así nos respondía cuando se te reclamaba tu protección.

No pudiste cuidarnos cuando enfermos estábamos, porque tus tiempos estaban ocupados para otros llanos.

Platos vacíos en la mesa de los niños,

porque primero estaba tu pasatiempo con amigos, mientras los niños dormían esperando que en algún momento llegaras con ese ansiado alimento.

Ropa de marca, equipo de música supersónico, Tv de alta tecnología, piso de cemento, cama de cartón, pero todo está bien si quieres estar con él.


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