Mira al cielo, verás las estrellas. Ellas existen desde hace millones de años. Pero nosotros las seguimos viendo. Es al igual que los recuerdos.
Ellos pasan por nuestras vidas, dejando un rastro. Nosotros solo nos enfocamos en el momento que pasan; pero olvidando que ya pasó.
Un cometa pasa y deja una estela, pero la misma no tiene mucha duración; pero si tuviste la suerte de verla, cada vez que miras al cielo, te parece volver a ver el cometa dejando su estela y eso es justamente los recuerdos.
Mantenerse siempre en ese estado de vivir con los recuerdos, te lleva a las lágrimas con sabor a sal, te curan mientras lo recuerdas; pero al igual que todo, si lo usas seguido, se convierten en contaminantes de tus heridas, dejando una costra, que se va endureciendo por fuera, pero por dentro sigue sangrando.
Una herida en el corazón, no sangra cuando hablas de lo que te está creando ese dolor; se va lastimando más, cuando te quedas en silencio. Y esas heridas no tienen cura, por serán gobernadas por la ira, el rencor, el dolor.
Te comparto un poema llamado "dejalo ir"
No juegues con los recuerdos por el ayer se convirtió en una mentira, y el futuro en una intriga.
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