Hoy tomé la decisión de eliminar tu número de teléfono en mis contactos. Es incoherente, cuando digo de “mis contactos”.
Creo que justamente la
palabra “Contacto” es lo que nunca hubo entre nosotros.
Quizás en el pasado
fuimos grandes amigos, me has escuchado y te he escuchado, pero luego ese “contacto”
ha desaparecido.
Ausencias, silencios y
hasta digamos que hoy al volver a contactarnos, no nos conocemos o por lo menos
yo no te conozco.
He aquí que me nace la
otra pregunta ¿quieres que te conozca?, tu respuesta ya la conozco; pero no es
suficiente. Porque solo son palabras protocolares que se dicen o sea no tienen
peso en una historia entre amigos.
Es en este momento en
donde puedo decir que los amigos también se cambian. Quedarme esperando un
llamada, un encuentro; es encadenarme a algo que ya no hay.
Ahora es el momento de
cómo me dicen mis hijos
“ma !, porque seguís
esperando de la persona que nunca te dio nada.
Palabras sabias, pero
a veces esperamos peras en una planta de olmos, o que la magia se haga
presente. Mientras tanto nos vamos perdiendo en ese camino largo sin flores,
sin aromas, sin palabras que reconforten.
He decidido quitarte
de mis contactos, para comenzar un nuevo camino, que a la edad que ya tengo, no
se trata de seguir tejiendo como Penélope, esperando a que me rescaten.
Tantas veces he
naufragado y tuve que aprender que con calambres igual debía nadar a la orilla
para comenzar.
Un naufragio más en mi
camino, pero esta vez me percaté de traer salvavidas, así que mi nadar será más
fácil, y si me canso, podré descansar hasta recuperar mis fuerzas.
He decidido borrarte
de mis contactos, porque no hay eso llamado “contacto”.
Comentarios
Publicar un comentario