Después
del primer encuentro, tuve la segunda salida. En esta ocasión iba decidida a
aceptar todo lo que me propusiera, me había flechado, mi corazón solo latía
cuando me escribía o me mandaba mensajes por whatsapp. Mi cabeza no paraba de
ver su sonrisa y su respeto que me tuvo toda la noche... cosa que nunca me
había sucedido.
Llegué
y ya estaba ahí en la fila de los pasajeros para subir. Destino Saldan.
Recorrido de corta distancia.
Me sorprendí, porque en esa zona solo son Hostel para parejas y por eso me
había hecho la película cuando me invitó.
Pero
la sorpresa era de viajar, corto; pero viajar. Subimos al ómnibus y partimos
rumbo a Saldan. Pero antes de que arranque el transporte, le sonó el teléfono.
Lo sacó del bolsillo de la campera, miró de quien era la llamada y corto.
Volvió a guardar su teléfono y comenzó a contarme en donde vivía y que hacía de
su vida.
-Mónica,
hoy te contaré de mi. El otro día, vos me contaste todo lo tuyo y no es justo
si yo no te contara de mí.
Arrancó
el colectivo, y no habíamos hecho ni cinco cuadras, que vuelve a sonar el
teléfono. Esta vez atiende y dice:
-Estoy
ocupado, no puedo hablar.
Corta
y guarda de nuevo el móvil en su bolsillo.
En
el trayecto no sé la cantidad de veces que le sonó el móvil, hasta que en un
momento, como no nos dejaba hablar de tanto sonar. Lo apaga.
Llegamos
a destino y era el final del recorrido. Bajamos, caminamos un poco por las
sierras y ahí fue cuando me decidí y le pregunté
-
¿quién te llama tanto?
-
Mi ex
-¿cómo,
tu ex?
-
Si, está loca. No acepta que nos separamos hace más de un año. Me persigue, me
amenaza y hasta me ha hecho perder varios trabajos.
-
Pero... ¿te has sentado a hablar tranquilo con ella? a ver si pueden solucionar
esto...
-
Si, hasta mi madre intervino; pero no hay manera es molesta.
Tomamos
el transporte de retorno a la ciudad de Córdoba, y cuando volvíamos nos
pusimos cachondos.
Abrazos,
caricias, besos.... pero en mi cabeza, no para de sonar o resonar que algo
había mal. No era coherente ese atosigamiento por parte de su ex o me mentía.
Llegamos
a la terminal desde donde salimos y en ese momento enciende nuevamente el
móvil. No sé la cantidad de llamadas perdidas y los mensajes que leí era tal
cual. Lo amenazaba en todo momento.
Ahí
me dije a mi misma
-
Está loca esta mujer.
En
una de esas suena nuevamente el móvil y lo atiende. Se pone nervioso y solo
dijo ahora voy.
Cortó,
me miró, me besó y me dijo
-
Tengo que irme urgente, me llamó mi hermano. La loca se cortajeó por todos
lados y la llevan al hospital de urgencias.
Me
dejó esperando el taxi y él se fue en otro.
Me
quedé toda la noche pensando en todo lo que había pasado. Por un lado el
corazón que deseaba estar con él y por el otro lado mi cabeza diciéndome
- Mónica, acá hay gato encerrado.
Libro: Él la eligió
Autora: Mónica Fragapane
Imagenes: paisajes de un viaje
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