Poemas y Narraciones a corazón abierto
17/01/2023
“Pasará, pasará; pero
el último se quedará” cuantas veces de niños
repetimos esta oración en el juego del trencito y vamos atrapando al último…
gana quien tiene más atrapada.
Pensar que este mismo juego sigo jugando pero en el amor. Pasará,
pasará; pero el último quedará. ¿Cuál será
el último?
Adivinará ¿cuál es mi fruta favorita? o ¿el color con el que
me gusta vestir? ¿Si me gusta la montaña o la pradera? ¿Me gustan las rosas o
los claveles? …. solo aquel que adivina se quedará. Al igual que el juego.
No se valen las trampas, porque muchas veces lo que lees o
te cuentan, no necesariamente es lo que me gusta. Quizás el helado de menta
granizado por más que lo coma no sea lo que deseo saborear.
En este último caso, desearía que tu cuerpo fuera el
cucurucho que contenga mi helado, o que la frutera de mi pupo, contenga tus
besos mojados. La verdad ponerte una venda a los ojos y recorrerte al igual que
un auto recorre la carretera para llegar
a destino. O ser las manecillas del reloj que se ha parado, para que las horas
no pasen cuando estoy a tu lado.
Mmmm… “Pasará, pasará; pero el último quedará”… ¿vienes en algún vagón?, porque según dicen,
pronto llegarás a esta estación. Mmm… ¡veremos!?, me digo mientras me muerdo
los labios y mis manos estrujen el vestido.
El corazón galopa como un Hannoveriano, porque sabe que
pronto llegará su amo.
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