Paso horas y más horas, viendo
series o películas en donde pueda ver a mi amor reflejado.
Te sigo buscando y creo que al
ver esas novelas, en algún momento te veré parado en la puerta, porque
regresas.
No puedo más, seguir con esta obsesión.
Te busco en cada persona. Si es
alto, me digo
- Es alto como vos
Si la persona sonríe, me digo
- no, tu risa es más linda
Si la persona habla, me digo
- tu voz es más suave.
Y así paso los días, entre
series, novelas y en la búsqueda callejera.
Solo deseo verte, encontrarte.
Por momentos me reto, porque mi entorno me muestra como las telas de
arañas me invaden, pero ese reto dura minutos y a veces segundos.
Luego me vuelvo a sentar frente
a la pantalla, para comenzar de nuevo a girar esa rueda que no me lleva a
ningún lugar.
Busco hacer otras cosas, tejer,
la huerta, cambiar de lugar los muebles; pero me vuelvo loca.
Si me pongo a tejer, comienza
mi mente a recordar el pulóver que te hice o el acolchado que nunca llegamos a
usar.
Si trabajo en la huerta, me
recuerda los sueños que teníamos y que nunca se pudo concretar.
Si cambio de lugar los muebles,
los vuelvo a rotar, porque no hay un lugar o rincón que no hallas pasado
por él.
No puedo más, ¿cómo te saco? ¿Cómo
te borro?, a veces deseo perder la memoria; pero a los segundos me digo
- Para Mónica! pará!... tienes
nietos para disfrutar, tus hijos y mucho más por pasar.
No puedo más, me digo
constantemente, basta, ya no está; pero vuelvo a caer en mirar las series, novelas
y de nuevo te comienzo a buscar.
En otros momentos me digo
- ¿para qué, quieres verlo en
la puerta?
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